miércoles, 24 de febrero de 2010

Arenas Calientes en la noche fantasmal.

Irina estaba comiendo frutas silvestres en la noche, mirando en la oscuridad, como si quisiera encontrar una luz que ilumine su alma..... Su cuerpo y su corazón esperaban que ese hombre, el dueño de todo lo que su ser podía poseer, se acercara a estrecharla, desease ir a verla. Eran nada menos que quince años que embarcaban de vez en cuando en alguna barca y hacían el amor a escondidas detrás de los peñascos de la Isla Centroamericana, llamada Santa Isabel. Se conocieron cuando Irina trabajaba como mesera en el restaurant de su padrino, Don Ignacio. Cuando Don Ignacio falleció el restaurant pasó a manos de su acreedor, Don Dionisio Del Fuentes, el padre de Lucio, quien no estaba de acuerdo con que su hijo mayor estuviera de romance con una muchacha pobre como Irina.

Lucio la eligía porque estaba enloquecido con los exuberantes pechos de Irina, muchas de las muchachas del pueblo trataban de hacerle entender a ella que él no se casaría, pero Irina soñaba despierta. No hacía caso a nadie, sólo escuchaba sus percepciones y sólo lo que ella sentía.

Carlos Figueredo había sido su anterior novio. Apenas ella había cumplido sus quince años. Pero todo se esfumó cuando empezó a trabajar en lo de su tío y Lucio entró allí a tomar una cerveza con amigos.

Carlos quedó resentido en esa situación y prefirió alejarse. Viajó a Estados Unidos y se quedó allí. Irina vivía su amor de adolescente. Luego, más que eso, siempre recordó aquel día en que Lucio la invitó a pasear en su barca y le hizo el amor por primera vez.

Irina no dejaba que se le acercara ningún hombre.

Lucio se divertía en cambio con otras mujeres. Incluso presentó a su familia una tal María Esther Suarez. Rica heredera de la empresa transportadora de mercadería del sur de la isla. Bella, dueña de un glamour sin igual, buenos modales, un auto sport y un auto con chofer para satisfacer su ánimo de compras.

Irina estaba ya sentada al anochecer esperándolo a él pero él no apareció.... Irina se fue a dormir un cuarto de hora antes de la una de la mañana. Y esa noche se durmió enmascarada por el llanto, su maquillaje se corrió y manchó como una nube su almohada de seda..... Un sueño irrumpió en la madrugada. Su padre, que había ya fallecido estaba cuidándola a ella en la casa,. De repente, Lucio apareció y quería entrar a la casa para ver a Irina, pero el padre se lo impidió. Irina inmediatamente se despertó y comprendió que su padre la estaba protegiendo de una persona que no era merecedora de ella. Se vistió y fue al pueblo. Al entrar al restaurant que era de su tío vio a una congregación de gente en derredor de una mesa. Era Lucio anunciando su boda con María Esther vociferando en voz alta y mofándose de todas las demás muchachas de la ciudad que eran unas pobres prostitutas baratas.

Irina no pudo creer lo que estaba escuchando, se acercó hasta él y le dijo que le repitiera lo que estaba diciendo mirándola a los ojos. Él no pudo hacerlo, y se fue sin pronunciar ninguna palabra después que Irina lo abofeteó delante de todos.

Irina comprendió lo que su padre quiso manifestarle. Ella no tenía porque sufrir las afrentas de un inescrupuloso y bajo ser como Lucio. Ella estaba tranquila porque sabía amar. Él era un pobre diablo.

A la mañana siguiente, los diarios daban cuenta de un accidente contra un peñasco en una curva muy pronunciada. La curva de la playa Arenas Calientes. Una mujer, llamada María Esther ... fue encontrada muerta al producirse un accidente mientras iba conduciendo.

Lucio se casó años más tarde con una pobre muchacha que quedó embarazada de él. Su padre falleció, el restaurant cerró y él vive de la pesca.

Irina se fue de la isla, cursó Economía en la Universidad próxima en el continente y administra varias empresas productoras en la Isla. Se casó con un economista, profesor de ella, y tiene mellizos. Su vida ha dado un vuelco espectacular.

TODO EL MUNDO TIENE LO QUE SE MERECE.

http://www.youtube.com/watch?v=esZHa0BPANY